viernes, 16 de enero de 2009

Cabañuelas económicas para 2009

Los centros de investigación están pronosticando un crecimiento negativo de Estados Unidos en el 2009 del orden de (-) 1,5%. A la Unión Europea le asignan (-) 0,6%. A China 7,7% (viene de cerca del 10% en el 2008) y a Japón (-) 0,5%.La Cepal está calculando un crecimiento para América latina del 1,9% en el presente año.
No estamos frente a la crisis de los años treinta del siglo pasado, por supuesto. Pero Tirios y Troyanos coinciden en que las dificultades económicas por las que atraviesa el mundo y muy especialmente Estados Unidos son las más serias del último medio siglo. Los datos del desempleo en Estados Unidos, por ejemplo, no pueden ser más preocupantes. En diciembre se perdieron cerca de 520.000 empleos. Y a lo largo del 2008 dos millones y medios de puestos de trabajo se destruyeron allí. El porcentaje de desempleados que hay actualmente en Estados Unidos ronda el 7,2% y el pronóstico de los expertos es que se aproximará al 10% muy pronto. Son las cifras de desocupación más altas desde la crisis laboral que hubo al terminar la segunda guerra mundial, es decir, hace 63 años. No es sorprendente que el nuevo gobierno Obama que se inaugura esta semana haya anunciado que su primera prioridad será la pronta reconstrucción de la economía que el gobierno Bush le entrega en ruinas. Ya se ha anunciado un programa de recuperación que ascendería a cerca de 800.000 millones de dólares. Es el más ambicioso plan jamás diseñado en USA con excepción del que demandó el esfuerzo de la segunda guerra mundial cuando Estados Unidos, al decir del presidente Roosevelt, se convirtieron en el “arsenal de la democracia”. Es inclusive de mayor envergadura que la que tuvo el “Plan Marshall”. Ya han empezado escucharse voces escépticas con relación a este plan. Como la del nuevo premio Nobel de Economía Paul Krugman que lo juzga insuficiente dada la profundidad de la crisis. Otros apuntan a las repercusiones fiscales en términos de mayor déficit que tendrá el programa. Pero lo cierto es que el nuevo presidente Obama ha entrado pisando fuerte con un gigantesco programa de reanimación para la desfalleciente economía que recibe. Qué efectos tendrá para nosotros este programa? De una parte, no es bueno para una economía como la colombiana que la crisis norteamericana se profundice y se prologue por mucho tiempo (más allá del segundo semestre del 2009). Pero por otro lado, es evidente que si la crisis laboral y del mercado de trabajo continúa agravándose en el país del norte, las fuerzas proteccionistas —y concretamente las que se oponen a la ratificación del TLC— obtendrán más audiencia. Ya hay síntomas de que las cosas están comenzando a moverse en esa nociva dirección. En los astros que definen las cabañuelas de la economía colombiana para el 2009 no podemos olvidar lo que acontezca en Venezuela y en el Ecuador. Ambas economías están descuadernadas en grado extremo con la caída de los precios internacionales del crudo; las dos son socios comerciales importantes nuestros; y una y otra están orientadas por gobiernos cada vez más arbitrarios y calenturientos. Una “implosión” de las economías vecinas no puede descartarse para el año que comienza. Sigamos con atención lo que suceda durante las próximas semanas en el vecindario y en Estados Unidos. Lo que allí suceda no solo es crucial para el mundo: también lo es para Colombia.

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