jueves, 6 de noviembre de 2008

Barack Obama, primer presidente afrodescendiente de EE.UU.


Por primera vez en la historia de Estados Unidos un afrodescendiente llega a la presidencia, se trata de Barack Obama, quien ganó en las elecciones del martes.


El aspirante demócrata ganó en particular los muy disputados estadosde Pensilvania y Ohio, donde la carrera aparecía ajustada, además de otros distritos de gran peso electoral como el de Illinois, Nueva York y Florida, asimismo, California. La cifra mínima para ganar era de 280 votos y Obama superó lejos ese promedio. “No empezamos con mucho dinero o apoyos. Esta victoria se edificó con gente normal y corriente que dio lo que pudo. Esta es nuestra victoria”, exclamó. De otro lado, John McCain, la opción republicana, venció en Georgia que le dio 15 grandes electores, así como en estados de menor peso, algunos muy disputados como Virginia Occidental —5— o Carolina del Sur —8—. A pesar de ganar en Texas Sur, —34 votos—, la diferencia ya era inalcanzable para este veterano de Vietnam. “El pueblo estadounidense habló, y habló claramente. Tuve el honor de llamar al senador Barack Obama para felicitarlo por haber sido electo como el próximo mandatario del país que ambos amamos”, dijo McCain en un discurso en el estado de Arizona, por el que es senador. Expertos aseguraron que la victoria de Obama “representa un cambio generacional al frente del gobierno central de Estados Unidos. Pero también marca una importante derrota del partido Republicano que perdió escaños en elecciones legislativas parciales que se celebraron este martes en paralelo”. Resaltaron además que “la crisis económica sin precedentes desde los años 1930 que afecta a Estados Unidos, así como los bajos niveles de popularidad del presidente republicano George Walker Bush, malograron las chances de McCain y dieron viento de cola a Obama”. El nuevo jefe de Estado, quien asumirá el 20 de enero de 2009 heredará un país comprometido en varios frentes además del económico. En particular, Estados Unidos tiene dos guerras en marcha en Irak y Afganistán. “El futuro presidente y su compañero de fórmula, el senador por Delaware —este— Joe Biden, prometieron un retiro gradual de Irak en 16 meses y concentrar el combate a la red terrorista Al Qaeda y los talibanes en Afganistán”. Este es Barack Obama Barack Hussein Obama Jr. nació el 4 de agosto de 1961 en Honolulu, Hawai. Su padre, Barack Hussein Obama nacido en Kenia y su madre Shirley Ana Dunham, natural de Kansas se conocieron en la isla y decidieron formar allí una familia. Pero su padre los abandonó para cursar una beca de economía en Harvard. Más tarde, se iría a Kenia para trabajar para el gobierno del país africano y Obama sólo volvería a ver a su padre en una ocasión. Su señora madre se casó entonces con un administrador de petróleo indonesio, y Barack se fue a los seis años a vivir a Yakarta. Allí asistió a una escuela católica siendo protestante y en un país de mayoría musulmana, una paradoja más en su vida. En cuanto a su trayectoria política que no abarca más de diez años, comenzó siendo elegido diputado federal por un distrito de Illinois, Chicago, que aglutinaba al voto universitario y de las capas populares. Al senado llegaría en noviembre de 2004, tras vencer a otros seis candidatos demócratas en las primarias del partido, haciendo lo mismo hizo frente al candidato conservador al que venció con casi el 70 % de los votos. El 10 de febrero de 2007 hizo pública su candidatura a las primarias demócratas. En un entorno simbólico, ante el capitolio y rememorando a Abraham Lincoln, aprovechó su fuerza y su facilidad de conectar con el público, para hacer un llamamiento a las “esperanzas comunes y los sueños que todavía permanecen vivos” para presentar su alternativa de gobierno.

Recuperar el liderazgo

Editorial de Jorge Eliécer Orozco Dávila


El gobernador del Quindío tiene entre otras obligaciones con el departamento, la de hacer un esfuerzo para que se recupere el liderazgo y la moral pública como norma suprema de la administración.
Lo puede hacer en la medida en que la fiscalía lo exonere de la culpa que le endilga por una presunta falta siendo gerente de la Lotería del Quindío. Lo que dijo el zar anticorrupción en sus declaraciones al diario El Tiempo el lunes, no es nada nuevo. La misma versión que ha venido haciendo carrera y que ha hecho que el gobernador tenga que soportar la desagradable molestia que el asunto le ha causado. No se sabe si es enemistad, si es un odio personal el que atiza, si se trata de una oposición política o qué exactamente hay detrás de ésto. Lo peor es que el daño se le está haciendo ahora con más fuerza al departamento. La administración de justicia debe acelerar cuanto antes las dudas, para que le abra el camino al desarrollo. Para que la administración pueda poner en marcha el cumplimiento todas sus obligaciones, sin los obstáculos que hoy se le presentan. Ahora lo que está pasando, no es más que un despellejamiento. Contra los intereses del Quindío se está poniendo en juego la reputación de un funcionario —el gobernador del departamento— a quien la justicia no ha condenado. Si el estribillo continúa, al departamento lo siguen llevando al precipicio. Ese es el grave peligro al que está expuesto el Quindío si la fiscalía no agiliza los trámites de la investigación. Hay otros casos de corrupción muy graves, que igualmente siguen ahí, como si los mecanismos de investigación fueran insuficientes para buscar técnica y científicamente las pruebas del delito. Y eso que el fiscal General de la Nación habló de la evidencia de la corrupción y que fue la primera autoridad en la Fiscalía General de la Nación, la que dijo y alertó sobre el problema más grave del Quindío. No hay que olvidar que según el fiscal aquí no es grave el problema de guerrilla, ni el de paramilitarismo y ni siquiera el de delincuencia común; el mal de esta región es según él, la corrupción en la administración pública, pero hasta ahí, hasta decir eso y coadyuvar a que el Quindío esté como en este momento en la picota pública, pero sin acciones de la propia fiscalía que determinen la veracidad o no de las afirmaciones. La administración quiere producir un cambio, pero como el departamento tiene un punto débil y es su problema moral, no arranca el motor en el que hay que confiar el trabajo para la recuperación del liderazgo. El descreimiento es fatal y distorsiona lo que el gobierno departamental quiere para los quindianos y mientras el tiempo pasa, sigue el frío silencio de la fiscalía, permitiendo con su actitud, que algunos medios repitan el mismo estribillo y tapando sin proponérselo, el paquete de inmoralidades cometidas por anteriores administraciones. Los serruchos, los peculados, las mordidas, las coimas y chanchullos del pasado se están quedando atrás y como no hay decisiones de la justicia, las propuestas de moralización del actual gobierno seccional no pueden arrancar. La llegada de Javier Ramírez Mejía a la dirección de Planeación departamental es un gran paso y hace parte del interés del gobierno seccional por restablecer el orden moral y recuperar el liderazgo regional. El gobernador va a tener que hacer más cosas, parecidas al acto de independencia política que lo llevó a nombrar a Ramírez Mejía para que le hiciera la planeación al departamento en su gobierno. Más decisiones que sirvan como prueba de que no se está dejando amedrentar.